domingo, 6 de febrero de 2011

El Enigma del Deseo.

Óleo sobre lienzo (1929), 110 x 150 cm. Dalí consideraba este cuadro una de sus diez mejores pinturas. También fue uno de los primeros cuadros vendidos por Dalí en París, junto a Le jeu lugubre, con el que inaugura la particular estilización de su rostro. La segunda parte del título, alusiva a su madre, está inspirada en el poema de Tristan Tzara, El gran lamento de mi oscuridad (1917). La inquietante escena del fondo de la izqierda, representa al propio Dalí abrazando a su padre, junto al rostro de su hermana. Por detrás, completan la escena evidentes símbolos de terror, deseo y sexo, de entre los cuales cabe destacar el saltamontes; animal que Dalí tenía verdadero pavor y que, en numerosas ocaciones, encontraremos pegado al rostro del pintor. [Fuente: universo dalí]
Imagen de: allposter.com