Les incluyo una de las últimas cartas que escribió Virginia Woolf a su esposo antes de que se suicidara. Agradecemos todo lo que Virginia aportó a la literatura del comportamiento humano, - cuyas raíces al igual que el creador del psicoanálisis- se encuentran en la infancia; basándose en lo histórico-emocional de cada uno de los sujetos.
Querido:
Estoy segura de que estoy enoloqueciendo otra vez. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. No podré recuperarme esta vez. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que creo que es lo mejor. Tú me has dado la mayor felicidad posible. Has sido lo mejor que nadie puede ser en todos los aspectos. No hay otras dos personas que puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Ya ves, que ni siquiera puedo escribir esto bien. No puedo leer. Te quiero decir que es a ti a quien debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que... todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo. No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros. [Virgina Woolf].
Fuente de: Revista Algarabía No. 71 pág. 51. Año X.
Imagen de: 3.bp.blogspot.com
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