viernes, 27 de noviembre de 2009

La Teoría de los Cuatro Humores.

La teoría de los cuatro humores o humorismo, fue una teoría acerca del cuerpo humano adoptada por los filósofos y físicos de las antiguas civilizaciones griega y romana. Desde Hipócrates, la teoría humoral fue el punto de vista más común del funcionamiento del cuerpo humano entre los «físicos» (médicos) europeos hasta la llegada de la medicina moderna a mediados del siglo XIX. En esencia, esta teoría mantiene que el cuerpo humano está lleno de cuatro sustancias básicas, llamadas humores (líquidos), cuyo equilibrio indica el estado de salud de la persona. Así, todas las enfermedades y discapacidades resultarían de un exceso o un déficit de alguno de estos cuatro humores. Estos fueron identificados como bilis negra, bilis, flema y sangre. Tanto griegos y romanos como el resto de posteriores sociedades de Europa occidental que adoptaron y adaptaron la filosofía médica clásica,consideraban cada uno de los cuatro humores aumentaba o disminuía en función de la dieta y la actividad de cada individuo. Cuando un paciente sufría de superávit o desequilibrio de líquidos, entonces su personalidad y su salud se veían afectadas. Teofrasto y otros elaboraron una relación entre los humores y el carácter de las personas. Así, aquellos individuos con mucha sangre eran sociables, aquellos con mucha flema eran calmados, aquellos con mucha bilis eran coléricos, y aquellos con mucha bilis negra eran melancólicos. La idea de la personalidad humana basada en humores fue una base para las comedias de Menandro y, más tarde, las de Plauto.Durante el período neoclásico en Europa, la teoría humoral dominó la práctica de la medicina, en ocasiones resultando en situaciones un tanto dramáticas. Prácticas típicas del siglo XVIII como el sangrado o la aplicación de calor eran el resultado de la teoría de los cuatro humores (en estos casos, para tratar los excesos de sangre y de bilis, respectivamente). Por otro lado, debido a que mucha gente pensaba que existía una cantidad infinita de humores en el organismo, era común la crencia de que la pérdida de fluidos era una forma de muerte.

Humor Elemento Órgano
Sangre Aire Hígado
Bilis Fuego Vesícula Biliar
Bilis Negra Tierra Bazo
Flema Agua Cerebro/Pulmón

Fuente total de: wikipedia.org

jueves, 26 de noviembre de 2009

La Locura en la Era de la Razón. Por Gabriel Meraz A.

“¿Qué es la razón? La locura de todos. ¿Y qué es la locura? La razón de uno.” Rensi, citado por J. M. Gironella.

Una concepción de la locura, proveniente de la Antigüedad (siglo V a. C.), la presenta como un “don divino”. El diálogo platónico Fedro muestra una imagen de la locura (manía) que en todo resulta preferible a la cordura (sophrosýne); pues mientras que ésta cuenta con un origen meramente humano, fruto de las opiniones(doxaí) que pueden producirse mediante el ejercicio dialéctico, la locura representa una forma de conocimiento superior. El loco aparece aquí como un ser elevado, a cuya alma crecen unas alas que lo transportan al país de la verdad. Al considerarla como la forma más alta del saber, Platón declaró en boca de Sócrates: “los bienes más grandes llegan a nosotros a través de la locura,concedida por un don divino”. El diálogo sugiere una distinción entre cuatro tipos básicos de locura: la profética, -propia de la adivinación oracular (don apolíneo)-, la poética –que corresponde a la inspiración artística (don de las musas)-, la erótica –ilustrada por el arrebato amoroso (don de Afrodita y de Eros) y considerada la más excelsa-, y la mistérica -ligada a los ritos eleusinos y la experiencia extática de la epoptéia(visión del dios; don de Dionisio). Un aspecto común a las especies de locura aquí descritas reside en considerarlas una experiencia de posesión -en el sentido de un trance o entusiasmo (en théos) en el que un dios es interiorizado-, en donde el sujeto que se ve invadido sufre una metamorfosis que le otorga conocimiento.Pero más exacto sería decir que se trata de un estado que anula la distinción entre sujeto y objeto, distinción clave en las teorías modernas sobre el conocimiento. Para los griegos el “delirio divino”, el “bello frenesí”, y los diferentes estados de éxtasis y rapto, aunados a la catársis, constituyen los elementos indispensables que actúan en la anagnórisis (tránsito de la ignorancia al saber),en donde mediante una revelación se accede a una comprensión del mundo que va más allá de los limitados alcances de la conciencia, y que culmina en una visión auténtica de la verdad. Puede decirse que el conocimiento se definía en la antigüedad como una de las formas más elaboradas del pathos. Así uno de los epítomes del pensamiento ¿racional? antiguo pudo decirnos que, sin el favor de la locura, el hombre no sería más que un ser insulso, destinado a extraviarse en la inanidad de su estrecha conciencia y en su ignorancia. Esto llevó a Giorgio Colli a afirmar que,para los griegos, “la locura es la matriz de la sabiduría” y “la razón es un instrumento de destrucción”.

Artículo publicado en la página www.encuentropsicoanalítico.com en su sección llamada publicación de artículos. Para leerlo completo tendrás que ingresar a dicha página y bajarlo en formato PDF.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Nueva Bibliografía del FCE. "Gilles Deleuze y Félix Guattari". Biografía Cruzada.

El blog del Psicoanalista Lector nos ha proporcionado una recomendación bibliográfica. Este texto pronone una investigación muy completa y detallada sobre la teoría y experimentación de conceptos de pensamiento crítico y social. También explora los misterios de una aventura común entre Deleuze y Guattari. Aunque cabe destacar que no tengo conocimiento de que el texto halla llegado todavía a México y a otros países de Latinoamérica. Por tal motivo; habrá que estar muy pendientes de ello para adquirirlo posteriormente. Les incluyo el link para que pudan accesar al artículo del blog antes mencionado. http://elpsicoanalistalector.blogspot.com/2009/11/francois-dosse-gilles-deleuze-y-felix.html

martes, 24 de noviembre de 2009

Cuadro Cronológico de Personajes del Psicoanálisis.

El presente cuadro fue tomado del libro: "Sistemas y Teorías Psicológicos Contemporáneos" de Melvin H. Marx y William A. Hillix. Editorial: Paidós. Cabe destacar que en la columna de "Desarrolladores" he incluido tres personajes importantes que no deben faltar en el psicoanálisis actual. Los nombres son: Anna Freud, Melanie Klein y Jacques Lacan. Los nombres que están señalados en color rojo -son aquellos que para mí- tienen una correlación relevante en lo que se refiere a dicha materia. Dar un click en la imagen para agrandarla.


lunes, 23 de noviembre de 2009

Perversión ¿Síntoma o Estructura? Escrito por el Psicoanalista Chileno Hector Escobar.

El acercamiento psicoanalítico a la teoría de las perversioes, su instento de construir una teoría ha sido sin duda problemática. En este pequeño ensayo trataré de proponer un modelo para su acceso que permita abordar su conceptualización, tanto clínica como teóricamente. Tomando como eje la obra de Freud, me parece necesario distinguir básicamente tres momentos en su construcción teórica:
a) El primero de ellos aparece integrado por los primeros trabajos de Freud, y en gran medida por la correspondencia con Wilhem Fliess. Insertada en medio de la teoría del trauma, en donde la perversión se piensa como el “negativo de la neurosis”; b) El segundo momento corresponde a una paulatina dilución de la perversión en el campo de la neurosis, línea que tiene como su base el segundo de los tres ensayos (1905) , y que a nuestro modo de ver ha constituido la lectura dominante en la generalidad del psicoanálisis; c) Un tercer momento, organizado a partir de los textos sobre el fetichismo (1927) y La escisión del yo en el proceso defensivo (1937) , que proponemos llamar “estructural”. Como ya señalamos, en el primero de estos momentos la perversión aparece constituida como “el negativo de la neurosis” afirmación un tanto problemática y que requiere del análisis de la forma en que esta definición se produce en la obra de Freud. En un primer sentido , este “negativo” puede entenderse como parte de un orden temporal, así lo propone en la famosa carta 52 a Fliess . Cuando Freud supone al trauma como si fuese una vivencia objetiva, consistente por lo general en un abuso sexual (la llamada “teoría de la seducción”). Esta conceptualización requiere como hipótesis complementaria, la existencia del “abusador” en la generación anterior a la del abusado. Se conforma así un ciclo generacional: abusador (perverso) – abusado (neurótico). El neurótico, como efecto de sus perturbaciones sexuales (una sexualidad infantilizada ), producirá una generación perversa, la que a su vez generará otra generación neurótica. Así por ejemplo, Freud entiende a la histeria no como una sexualidad desautorizada, sino como una perversión desautorizada. En el mismo texto, párrafos antes, Freud ha propuesto un esquema de la constitución temporal de las neurosis (que devendrá posteriormente en el modelo de las fases de la organización sexual); en éste la perversión es entendida como el efecto de una seducción ocurrida cuando el aparato psíquico ya está constituido, o también en el caso de que no ocurra defensa alguna -si hubiese defensa no se trataría de una perversión sino una psiconeurosis. La introducción del complejo de Edipo a partir de 1897, tiene sus efectos en esta teorización, pues con el abandono de la teoría del trauma, el seductor, si bien puede estar presente, ya no es necesario que esto sea así. En Dora (1900), la negatividad de la perversión respecto de la neurosis, se sigue de lo trabajado en la carta 52 y ésta habrá de ser la línea dominante en la teorización: el neurótico manifiesta en forma distorsionada, es decir en síntomas, aquello que el perverso manifestaría en sus acciones:
“Pero el psicoanálisis enseña todavía algo más. Muestra que los síntomas en modo alguno nacen únicamente a expensas de la pulsión sexual llamada normal (no, al menos, de manera exclusiva o predominante), sino que constituyen la expresión convertida {konvertiert} de pulsiones que se designarían perversas (en el sentido más lato) si pudieran exteriorizarse directamente...
Sin duda un buen artículo para leer sobre el tema de las perversiones. Lo que falta del texto lo podrán consultar en el Blog del Autor llamado: Bitácora Psicoanalítica.

domingo, 22 de noviembre de 2009

El Inicio de la Inteligencia Emocional con Aristóteles.

"Por consiguiente, es posible ir demaciado lejos, o no lo bastante, en el miedo, el orgullo, el deseo, el enojo, la piedad y el placer y el dolor en general, y el exceso y el defecto son erróneos por igual; pero sentir estas emociones en los momentos correctos, por los objetos correctos, hacia las personas correctas, por los motivos correctos y de manera correcta, constituye el bien medio o mejor, que es fruto de la virtud. [Ética Nicomaquea. Aristóteles]". Éste pequeño párrafo ilustra de una manera muy bien explicada el inicio de lo que ahora conocemos como la Inteligencia Emocional. Concepto propuesto por Goleman en su 'Best Seller' que lleva el mismo nombre.

Lo Inservible del Lenguaje. Jacques Lacan.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Primera parte de la última entrevista realizada por el Dr. James Dawson a Ted Bundy.

Recomendación en video para todos aquellos que se dedican a la psicología, psiquiatría, psicoanálisis e incluso también a la criminología y legalidad penal. Las otras dos partes restantes de esta entrevista la podrán consultar en 'YouTube'.


Cartas a una Joven Psicóloga.

¿Por qué es tan divertida la psicología?, es la pregunta que Iganacio Solares toma como punto de partida para explicar a su hija adolescente los atractivos, las transformaciones y los problemas básicos que enfrenta esta ciencia de la mente humana, que a todos nos concierne, aunque muy en especial a los jóvenes, que empiezan a preguntarse sobre el sentido de sus acciones, de sus sueños y de su existencia en general. Pleno de referencias literarias, el autor realiza un ameno recorrido por la historia de la psicología: Mesmer y sus descubrimientos de la autosugestión a través del magnetismo; William James y la aplicación del pragmatismo a la vida diaria; Charcot y los primeros estudios del hipnotismo con mujeres histéricas; Pavlov y sus perros; el conductismo y los reflejos condicionados; Freud y el descubrimiento del Inconsciente; Jung y los arquetipos; hasta llegar a los nuevos sistemas de relajación natural y el peligroso munodo de las drogas. Ignacion Solares retoma el género epistolar para ofrecernos un sorprendente viaje por los laberintos del alma humana.
"Una mañana en que llevaba a mi hija Maty a la escuela me dijo que, tal vez, iba a decidirse por la psicología como profesión, ya que le interesaban las causas y los motivos del comportamiento humano. Pero, además, porque yo le había comentado en alguna ocasión que el estudio de la psicología era muy divertido. Y me preguntó de golpe: 'A ver, ¿por qué crees que es tan divertido estudiar psicología, papá?' Al regresar a la casa, intenté responderle en una carta, que se multiplicó hasta convertirse en el presente libro". Iganacio Solares. [Contraportada del Libro]. Recomendación bibliográfica que deberá leer todo profesional de la Salud Mental.

viernes, 20 de noviembre de 2009

¿Qué es un Fractal?

Un fractal es un objeto semi geométrico cuya estructura básica, fragmentada o irregular, se repite a diferentes escalas. El término fue propuesto por el matemático Benoît Mandelbrot en 1975 y deriva del Latín fractus, que significa quebrado o fracturado. Muchas estructuras naturales son de tipo fractal. A un objeto geométrico fractal se le atribuyen las siguientes características:
a) Es demasiado irregular para ser descrito en términos geométricos tradicionales.
b) Posee detalle a cualquier escala de observación.
c) Es autosimilar (exacta, aproximada o estadística).
d) Su dimensión de Hausdorff-Besicovitch es estrictamente mayor que su dimensión topológica.
e) Se define mediante un simple algoritmo recursivo.
f) No nos basta con una sola de estas características para definir un fractal. Por ejemplo, la recta real no se considera un fractal, pues a pesar de ser un objeto autosimilar carece del resto de características exigidas. Un fractal natural es un elemento de la naturaleza que puede ser descrito mediante la geometría fractal. Las nubes, las montañas, el sistema circulatorio, las líneas costeras o los copos de nieve son fractales naturales. Esta representación es aproximada, pues las propiedades atribuidas a los objetos fractales ideales, como el detalle infinito, tienen límites en el mundo natural. Fuente de: wikipedia.org

jueves, 19 de noviembre de 2009

Curso de Estrés y Cerebro: un abordaje biopsicosocial.


Para todos aquellos que se encuentren con disponibilidad de horario y de dinero; el Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente" los invita al curso: 'Estrés y Cerebro'. El presente se llevará a cabo en la Ciudad de México del 23 a 27 de noviembre del 2009. Les escribo el enlace en la parte inferior; para que puedan acceder a la información restante.

'Vivir Despeina' de Joaquín Lavado (Quino).

Este excelente artículo que va más dirigido a mujeres que a hombres (aunque no por ello deja de estar muy divertido) me lo refirió una gran compañera argentina el cual fue publicado por ella; el 4 de noviembre del 2009 en su blog 'Magisterio, Psicología y Algo más'. Lo pueden visitar en: http://mariateresasalmeron.blogspot.com/. El artículo es del gran dibujante Joaquín Lavado. Famoso por sus historietas de Mafalda. A continuación el artículo:

Por Mafalda:

Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por éso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad… El mundo está loco.. Definitivamente loco… Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…
- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible…
Así que como siempre cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado…
Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse. Puede ser que me sienta tentada a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, come sano, camina recta, ponte seria… Y quizá debería seguir las instrucciones pero ¿cuando me van a dar la orden de ser feliz? Acaso no se dan cuenta que para lucir linda, me debo de sentir linda… ¡La persona más linda que puedo ser! Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser. Por eso mi recomendación a todas las mujeres:
Entrégate, Come rico, Besa, Abraza, Haz el amor, Baila, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta, Acuéstate tarde, Levántate temprano, Corre, Vuela, Canta, Ponte linda, Ponte cómoda, Admira el paisaje, Disfruta, y sobre todo, deja que la vida te despeine!!!! Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.

SUERTE Y QUE DISFRUTES...

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Breve Comunicación sobre la Enuresis. D. Winnicott.

No es mi objetivo en esta comunicación repasar todo el campo que abarca ese síntoma común, la enuresis, ni pretendo estar en condiciones de explicar el mecanismo de la formación del síntoma en todos los casos. Menos aún intento proponer como cura alguna droga o treta en el cuidado del paciente, ya que la experiencia me ha enseñando a abandonar la búsqueda de efectos mágicos. Mi tarea consistirá en presentar un punto de vista acerca de este síntoma.La opinión médica ha cambiado tanto en los últimos cinco años que si digo que la enuresis es casi siempre un síntoma de origen psicológico, tal vez esté enunciando una perogrullada, aunque hasta hace poco la bibliografía se había ocupado casi exclusivamente de ella como trastorno físico. Aquí debo dejar en claro que en este contexto no pueden incluirse en el término "psicología" los reflejos condicionados. Hay en ciertos ámbitos la tendencia a decir: "Sí, la enuresis es un fenómeno psicológico;se trata simplemente de una cuestión de reflejos condicionados". Pero el síntoma no puede ser explicado según estos lineamientos, o sea de forma aislada de la vida emocional del niño. Es probable, por cierto,que sobre la base de los sólidos cimientos establecidos por Pavlov se edifiquen complicadas teorías de la conducta que contribuyan a explicar qué pasa, por ejemplo, cuando un niño siente culpa; pero el sentimiento de culpa seguirá en pie, y la psicología seguirá siendo una ciencia aparte. Del mismo modo, la enuresis continuará siendo un problema para el psicólogo. La verdad es que mi punto de vista resultará obvio para cualquiera que tenga oportunidad de observar cómo funcionan los sentimientos de los niños, pero necesariamente oscuro e improbable para aquellos cuyos intereses se encaminen en otras direcciones. Un médico no necesita estar particularmente interesado en la técnica patológica para aplicar la prueba de Wassermann y aprender a interpretar inteligentemente los resultados. De la misma manera, quienes desean evitar el análisis de los factores emocionales pueden extraer ayuda para el diagnóstico de quienes desean investigar precisamente los problemas que ellos evitan. Como ejemplo de tal ayuda para el diagnóstico daré el siguiente: en el diagnóstico de la corea reumática,no evidente por los movimientos del cuerpo pero posible, la presencia de una mayor frecuencia o urgencia de la micción es un factor importante que milita contra dicho diagnóstico; por el contrario, favorece un diagnóstico de agitación psicológica (no física), según el cual el tratamiento sería muy distinto del que debe prescribirse para una corea a raíz de la carditis posiblemente asociada.Esta agitación ansiosa, no coreica, nos lleva al tema de este artículo, ya que el aumento de la sensibilidad en el tracto urinario en este tipo de pacientes suele provocar enuresis, en especial incontinencia diurna. Los niños que tienen este cuadro no siempre son llevados al médico por la enuresis sino por la agitación,ya que no pueden permanecer quietos "ni siquiera a la hora de comer", y tienen otros síntomas de angustia, como cólicos abdominales, trastornos de la defecación, disuria (sobre todo en las niñas), etcétera. La enuresis de los pacientes que pertenecen a este grupo bastante claramente definido es en realidad uno de los productos colaterales de la angustia. Ésta es la forma manifiesta que adopta el sentimiento de culpa que acompaña a las fantasías masturbatorias (inconscientes). No menos frecuente es la enuresis no acompañada de angustia evidente. En este caso es principalmente nocturna, y quizás el hecho de que sea también diurna exprese el grado de enfermedad. Los niños con este tipo de enuresis por lo común son llevados a la consulta a raíz de la incontinencia o algún otro síntoma de nerviosismo psicológico, fobias, tartamudeo. Estos niños componen un grupo enorme y heterogéneo, pero en todos los casos la enuresis es el concomitante físico de una fantasía (habitualmente inconsciente) de micción. Podría decirse que el niño evitó la angustia expresándose a través de un medio que era normal para él de bebé, en una etapa pregenital en la que su sentimiento de culpa era comparativamente débil. La enuresis es aquí parte de una regresión, y las fantasías correspondientes a la sensación genital colorearon las correspondientes a la micción. Los trastornos asociados a la defecación, cuando se presentan en pacientes con este tipo de enuresis, cobran la forma de una incontinencia. A veces se demuestra que hay anestesia. El niño agitado e inquieto debe correr a defecar, mientras que este tipo de paciente defeca sin poder contenerse porque no es consciente de ninguna sensación. A algunos les cuesta creer que todos los niños están bien dotados de material para sus fantasías de micción. Para otros, por lo que dicen y sueñan los niños, por sus juegos y sus síntomas, resulta obvio que no es anormal que abunden tales fantasías. E1 afecto primordial es placentero, derivado de la experiencia infantil de micción frente a la madre o la enfermera. El afecto secundario es agresivo, a menudo cruel (como lo representa la pistola de juguete que echa un chorro de agua).

Artículo publicado en obras completas de Donald Winnicot en el año de 1930. Va dirigido a todos aquellos que se dedican a la clínica infantil o incluso a los padres de familia cuyos hijos padecen de este trastorno.

lunes, 16 de noviembre de 2009

'Lacan y Lévi-Strauss' de José E. Tappan Merino.


Mientras Sigmund Freud elabora sus distintas teorías, dos de sus importantes colegas Alfred Adler y Carl Gustav Jung se fueron convirtiendo en las figuras que más sobresalieron como perspectivas psicoanalíticas distintas a las freudianas, hoy se les considera las escisiones más significativas del freudismo. Adler proponía que era equivocado estimar a los padres como lo más importante, ya que los hermanos son los que deberían ocupar ese papel, por lo cual cuestionaba la idea del Edipo; además, de que «la protesta masculina» en tanto constitución de la identidad a partir de los ideales adquiría un valor que Freud no había comprendido, según la opinión de Adler. En cambio, Jung se distinguió por planteamientos más ricos en el orden de la psicología y la antropología, además de que tuvo en cuenta el lado espiritual de la condición humana, que había sido descuidado en el psicoanálisis freudiano. Durante la segunda guerra mundial, los primeros discípulos de Freud, una vez separados de su maestro, comenzaron a gestar nuevas perspectivas sobre el psicoanálisis, la guerra había creado una distancia entre ellos además que redefinía los intereses de cada uno frente a la manera de ser influido y de posicionarse frente a la misma. Las escuelas que se fueron diferenciando del padre fundador del psicoanálisis aparecieron rápidamente, poco a poco Sigmund Freud aparecía como una referencia caduca, sin vigencia frente a las nuevas propuestas. Muchos de los antropólogos que habían recibido al psicoanálisis con mucho entusiasmo; poco tiempo después se transfiguraron en sus más intransigentes críticos, pues le supusieron a Freud un etnocentrismo mediante el cual abordaba lo humano de manera grosera, para ellos, sin atender a las diferencias culturales. Y, tal como conciben el Edipo freudiano les parece excesivamente esquemático y por lo tanto reduccionista; al suponer que la familia se encuentra compuesta por un padre, una madre y un hijo, pero… y en esa parte del mundo en la cual hay sociedades constituidas por harems, es decir, poligámicas e incluso en las poligínicas, ¿cómo explicarlas? Ante la mirada de los antropólogos, el psicoanálisis se reducía a la idea de un médico que había proyectado sus perspectivas culturales al interior de sus elucidaciones teóricas, con lo que el psicoanálisis perdía todo poder explicativo. Ni hablar de su trabajo sobre Tótem y tabú, que no alcanzó más que el descrédito, pues a la comunidad antropológica le molestaba que se tratara de una teoría sin ninguna base documental y sustentada únicamente en conjeturas, sobre lo que él suponía debía ser el comienzo de la cultura; sólo una elucubración lanzada como una explicación de la constitución de la ley en los comienzos de la humanidad. En el nuevo continente, Heinz Hartmann buscó incorporar el psicoanálisis como una corriente dentro de la psicología académica, como parte de una psicología general articulada a la que ya existía en diversas universidades; una escuela más dentro del espectro de las teorías de la psicológica ocupada de los problemas de la armonía entre el sí mismo y sus contextos, ésta es una posición que continúa reinando en el panorama académico universitario...

En conmemoración a la muerte de hace algunos días del antropólogo Lévi-Strauss les recomiendo leer el artículo completo de José E. Tappan M. que se ha publicado en la revista electrónica 'CartaPsi' cuyo dirigente es el psicoanalista mexicano Dr. Julio Ortega B.

Fuente del artículo: cartapsi.org.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Recuerdos sobre Sigmund Freud.

Cada vez que escucho hablar del seudo intelectualismo de Sigmund Freud, de sus métodos unilaterales y de su pensamiento reduccionista, me digo a mí mismo: “De todas maneras, ustedes dicen esto pero no es exacto; o en todo caso es una verdad a medias, ya que no tienen en cuenta lo esencial –el hombre Freud, que he conocido, y con quien mantuve conversaciones en Viena, durante mis años de estudio, que tuvieron para mí una significación muy importante. Este hombre era más abarcativo, más rico y gracias a Dios más contradictorio en su fuero íntimo que sus doctrinas”. Cuando hablé recientemente con algunos amigos a propósito de mi encuentro personal con Freud, me pidieron encarecidamente que escribiera los recuerdos que había guardado de él y me plantearon casi como una obligación el hecho de difundir, para círculos más amplios mis observaciones que, arrojando una luz poco habitual sobre esa personalidad genial y tan diversamente criticada, podían corregir una cantidad importante de opiniones equivocadas sobre la misma. En primer lugar me invadió la duda. Efectivamente, habían transcurrido unos cincuenta años desde ese primer encuentro. Hasta donde llegaba mi memoria, no había tomado ninguna nota del mismo, y me preguntaba con cierta desconfianza si el tiempo no había cambiado algo que fuese decisivo con respecto a esta imagen conservada durante tantos años en mi mente, de tal modo que no correspondiera más a la realidad. Pero me percaté de todos modos que, aún así, esta imagen tenía algo para decir. Y cuando, poco tiempo después, recibí una invitación de un círculo de médicos para dar cuenta de mis encuentros con Freud, decidí aceptar la invitación, y brindar un testimonio sobre este hombre extraordinario, corriendo el riesgo de que muchas cosas se hubieran escapado de mi memoria, y que otras se presentaran hoy de un modo diferente, al que tenían en mis años de juventud. Mientras me esforzaba para recordar los detalles de los encuentros de antaño, todo lo que acudía a mi memoria me aparecía extremadamente fragmentado. Pero el azar, o el que llamamos como tal, me favoreció como siempre en mi vida. Me había dedicado, por otros motivos, a hurgar en una caja llena de viejos papeles, cuando encontré un sobre semi roto, que decía: Extractos de mis cartas sobre Freud. Estas cartas, que había olvidado completamente, habían sido dirigidas inmediatamente después de estas conversaciones a un amigo de juventud, y, lo recordaba ahora, había conservado para mí los pasajes que se referían a Freud. Estas hojas de un papel amarillento de los años 1904-1905 contenían, de un modo fragmentario, las palabras que Freud había pronunciado textualmente. De modo que no era necesario confiar solamente en mis recuerdos de juventud empobrecidos por el transcurrir del tiempo que podría deformar los mismos, podía apoyarme sobre las palabras auténticas de Freud.
Un excelente artículo de Bruno Goetz publicado por el psicoanalista lector el 3 de septiembre del 2009. El texto completo lo podrán obtener del blog antes mencionado en formato PDF.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Nueva Escritura de Extraviada.

"Montevideo, Uruguay, 13 de diciembre de 1935: una joven y brillante estudiante de magisterio mata a su padre de varios balazos. La noticia en los periódicos sacude a la ciudad. Luego vino el proceso: las declaraciones ante el juez de Iris Cabezudo -ásí se llamaba la joven- las de su hermano, la versión escrita por la madre, las declaraciones de otros testigos, los argumentos de la Defensa, los peritajes psiquiátricos, y la sentencia del juez componen un primer conjunto de documentos reunidos aquí por Raquel Capurro y Diego Nin. La prensa y la justicia acogieron la versión materna de los acontecimientos de la que Iris parece hacerse eco: el padre tirano violento, la madre de la víctima de esa violencia de la que sus hijos eran cotidianos testigos. Apoyado en los peritajes, el juez concluye en la inimputabilidad de la joven que -en un rapto- habría matado a su padre por miedo ante su amenaza asesina. Liberada después de un año retorna a su casa y a sus estudios y comienza a trabajar como maestra. En esos años, y como se sabrá después, descubre con sorpresa que nada ha cambiado en su familia. Su madre continúa haciendo reproches póstumos al padre como si éste aún continuase vivo. Analizando la conducta materna, Iris concluye que en realidad fue esta madre, apasionadamente amada e idealizada, la verdadera causa de las desgracias familiares. Se produce tal transformación en sus convicciones que en diciembre de 1956 busca un psiquiatra para pedirle que examine a su madre. En ese momento su historia da un vuelco: el psiquiatra la interna con un diagnóstico de paranoia. Con un hermoso estilo literario Iris se defiende por escrito. Delira. Finalmente logra el alta con una doble condición: no debe voler más a su casa y debe aceptar ser jubiliada de su trabajo de maestra. Comienza así su vida de vagabunda. ¿Qué relación se puede establecer entre el crimen y este delirio en dos escenas mediante el cual intenta Iris explicarse? En el postfacio los autores abren algunos caminos de respuesta en un libro apasionante por su diversidad y riqueza documental". [Contraportada del libro].

Raquel Capurro: es miembro de la école lacanienne de psychanalyse. Vive en Montevideo (Uruguay) en donde practica el psicoanálisis.

Diego Nin: es psicoanalista y docente de la facultad de Psicología de la Universidad de la República, Montevideo.

Excelente recomendación bibliográfica que no pueden dejar de leer.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El Amor: una teorización entre la existencia de dos erastḗs y la inexistencia del erṓmenos.

“…el amor es paciente, es amable;
el amor no es envidioso, no es jactancioso, no se engríe…”
(1 Cor. 13, 4: Biblia de Jerusalén).

No cabe duda de que el significante ‘amor’ sigue siendo desde tiempos muy remotos difícil de definir. Muchos lo tratan de explicar haciendo poemas, otros por medio de cartas a sus amadas(os), algunos más con expresiones de sacrificio religioso; en fin, distintas formas de precisar dicha palabra. Sin embargo; nos damos cuenta de que ninguno tiene la definición correcta. De ahí que, la pregunta que nos hacemos para entablar con más claridad una teorización sería entonces: ¿qué es el amor? Pregunta nada difícil de formular pero sí de contestar. Por ello este artículo intentará plasmar una respuesta congruente para el mejoramiento de la subjetividad de dicho vocablo. Galimberti en su diccionario de psicología nos propone que el amor está totalmente involucrado con un intercambio afectivo entre individuos, para la obtención de un bienestar tanto psicológico como fisiológico; ya que estos procesos lo determinarían ontológicamente. Por lo tanto, quiero hacer una aclaración que sin duda es de vital importancia para el mejor manejo de la conceptualización que aquí se revisará. Todas las nociones están determinadas por un lenguaje totalmente en el idioma español; cuyas formas simbólicas le son propias para una simbolización y, que a su vez, se adecua a la cultura de habla hispana. Sin más preámbulos comencemos a tratar de explorar con mayor ahínco nuestro tema. Para encabezar dicho apartado quiero establecer en el presente artículo que al significante amante se le vociferará como el erastḗs y al objeto amado como el erṓmenos. La Biblia ha dejado muy en claro desde sus inicios que el amor es indispensable para el mensaje de salvación ya que también; forma parte de su estandarte para la realización de una institución clerical. San Juan uno de los evangelistas más reconocidos se separa de los otros evangelios denominados sinópticos, para instituir desde una primicia convencional y ancestral que el amor de Dios es lo más excelso tanto para sus adeptos como para los que no lo son. San Pablo —así como Juan el evangelista— quien en su momento trataba de ganar partidarios para la religión católica, se encargó de notificar a la comunidad de Corinto la grandeza del amor que Dios le tiene a sus hijos amados (significante que en lo posterior examinaremos con más claridad para demostrar que éste no existe en una relación de amor) de la siguiente manera: “El amor es paciente, es amable; el amor no es envidioso, no es jactancioso, no se engríe; es decoroso; no busca interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. El amor no acaba nunca” (1 Cor. 13, 4-8). Interesante propuesta sobre este tema y que me lleva a pensar incluso que la definición es más congruente con una propuesta filosófica igualmente excelsa que propone Fedro en el texto del Banquete de Platón. Haciendo una relectura profunda de dicho texto; nos encontramos con una diversidad de conceptos sobre el amor. Recordemos que los personajes del libro antes mencionado, se reúnen entre sí para dar contestación a aquello que llamaban el eros, el amor. Para ello recomiendo releer tanto el Banquete como el Seminario Ocho de J. Lacan y así sumergirse hasta el fondo en ese pequeño mar que nos actualiza y nos reelabora un conocimiento superior. Intentemos emprender la propuesta hecha por Fedro y su capacidad de dominio sobre la trama amorosa. Para él, -el amor-, no es otra cosa sino el BIEN; el bien entendido como ese sentimiento innato que nos proporciona a los seres humanos una mejor convivencia entre personas; cuyo bienestar fisiológico y psicológico es sin duda estructural a nuestro ser. De hecho Lacan en su S8 (La Transferencia) lo plantea como la metáfora del amor. Si bien no ahondaremos mucho sobre el abordaje presentado sobre cada uno de los personajes, si entablaremos la propuesta más selecta. Posterior a Fedro comenzará Pausanias. Él decía que el amor estaba ligado a la virtud, aunque con un supuesto muy ambivalente y subjetivo ya que establecía que el cariño no era ni bello ni feo. A continuación tomará la palabra el médico Erixímaco y como hombre de ciencia implantaba un nuevo abordaje sobre el afecto; ya que éste se encontraba no sólo en el alma de los seres humanos, sino también en todo los demás objetos. Ahora seguirá Aristófanes con su esbozo sobre el amor. Sin duda el más conocido por todos como la media naranja. Él formulaba que el ser humano en un inicio estaba creado por una sola pieza. Al existir una ruptura por la mitad, todos ellos quedaban destinados a encontrar la mitad faltante y a partir de esa completud; el amor sobresale en ellos mismos. El siguiente en hablar es Agatón como un digno anfitrión de fiesta y grande entre muchos eruditos de aquella época. Constituía al amor como bello y joven, delicado, virtuoso, fuerte y justo. Posteriormente, la entrada triunfal del más grande de los sabios —Sócrates— obtendrá su turno. Dicho personaje comentaba que el saber del amor se lo agradecía a Diotima (con esto nos damos cuenta de la importancia que tenía la mujer para Platón) hembra conocedora del saber del eros. El eros pertenece a su vez a dos grandes significantes del todo opuestos que son: a) la pobreza y b) la abundancia. De tal suerte que lo feo pertenece a la primera y lo bello a la segunda. Cuyo matrimonio son la base para que el amor se desplace en todo sentido y así, se establezca un termino medio cuyo objeto de amor será la generación. Para terminar el texto Alcibíades se incorpora por último a la plática. Personaje enamorado de Sócrates y cuyo individuo último no corresponderá a ese afecto. Con este preámbulo nos adentraremos a lo que S. Freud propone sobre su terminología del eros (Dios del amor) y el tánatos (muerte) cuyas representaciones mentales sin duda dan un conocimiento más amplio en lo concerniente al amor. A partir de ese momento “Freud se sirve generosamente del término griego eros para designar al conjunto de las pulsiones de vida (que comprenden las pulsiones sexuales y las pulsiones de autoconservación) que se oponen a las primeras. Este uso podría ser engañoso. Eros, en efecto, no es otro que el Dios griego del Amor. ¿Sería acaso en el amor donde habría que buscar la fuerza que conduce al mundo, la única capaz de oponerse a tánatos, la muerte? Tal concepción sería, en la óptica freudiana, totalmente criticable” (Chemama y Vandermersch, 2004). Por ello incluso J. Lacan diría que el amor es la transferencia. Ahora bien, desde la perspectiva lacaniana podemos incluir que nada se ha escrito al menos hablando objetivamente del amor cuando dice: “Por cierto, en cuanto uno comienza a hablar sobre el amor, desciende a la imbecilidad” (S20, Jacques Lacan). Así, nos toca involucrarnos a realizar nuestra propia teorización y aclarar desde otro punto de vista nuestro objeto de estudio. Amor, Amante y Amado. Palabras que están totalmente ligadas y que en realidad, -desde mi punto de vista-, sólo para la existencia de una 'relación de amor'; con la presencia de dos amantes sería suficiente. Es decir, el último significante debería desaparecer. ¿Por qué el significante amado se le obligará a evaporarse? De entrada en una relación amorosa ya sea para con un mismo sujeto (narcisismo) o para con otro objeto de amor, siempre se involucrarán la parte activa (erastḗs) y la parte pasiva (erṓmenos). Ahora bien, ¿la parte pasiva tendrá un lugar en la relación del amante si el mismo amado no propone en nada una relación de reciprocidad? Sin duda surgiría también otra pregunta ¿ese erṓmenos no deberá tener la obligación de amar también como el amante ama a su amado? Por supuesto que sí. De hecho en la religión católica se espera que uno ame a los demás como se ama a sí mismo y así nos damos cuenta de la coexistencia de una reciprocidad en la relación amorosa. Incluso Lacan nos propone lo siguiente: “…lo que los Dioses encuentran sublime, más maravilloso que ninguna otra cosa, es que el amado se comporte como se esperaría que se comportara el amante” (S8, noviembre de 1960). Es por esto; que la enunciación de una fórmula impuesta para este aspecto es la siguiente: [amante 1(a1) + amante 2 (a2) = relación de amor (RA) {a1 + a2 = RA}]. Pero… ¿dónde está el amado en la fórmula anterior? Definitivamente se ha establecido la inexistencia del erṓmenos. Mi fundamento apuntaría entonces a que la completud de una relación amorosa dependerá al cien por ciento de una relación entre dos amantes, donde la actividad sea recíproca entre sus miembros y cuya finalidad se encuentren en dicha relación un bienestar tanto fisiológico como psicológico y así transitar de una manera adecuada; ésto sin olvidar entonces que la completud se encuentra atravesada por la falta ontológica y psíquica del sujeto lacaniano.

Bibliografía:

Biblia de Jerusalen. Varios Autores. Desclée De Brouwer.
Diálogos de Platón. Platón. Porrúa.
Diccionario del Psicoanálisis. Chemama y Vandermesch. Amorrortu E.
Diccionario de Psicología. Galimberti. Siglo XXI.
Seminario 8 “La Transferencia”. Jacques Lacan. Paidós.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Grandes Psicoanalistas.

Una excelente foto del año 1909. En ésta se encuentran personajes muy importantes del psicoanálisis mundial cuyo precursor Sigmund Freud se encuentra entre ellos. Fuente de: psycnet.apa.org.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Muere C. Lévi-Strauss el Padre de la Antropología Moderna.

El famoso antropólogo frances Claude Lévi-Strauss falleció la madrugada del domingo en París cuando le faltaban unos pocos días para cumplir 101 años. Había nacido en Bruselas, en 1908, de padres judíos franceses y dedicó toda su vida a explicar y a explicarse el mundo desde la antropología. Transformó la etnología contemporánea al elaborar un método original que anudaba el estructuralismo, el psicoanálisis a la hora de interpretar los mitos. Éste fue el método usado para estudiar la organización social de las tribus de Brasil y la de los indios del norte y sur de América. Sus primeras obras fueron 'La vida familiar y social de los indios Nambikwara' y 'Las estructuras elementales de parentesco'. Para este padre de la antropología moderna, la mente humana organiza el conocimiento en parejas binarias y opuestas que se organizan de acuerdo con la lógica y tanto el mito como la ciencia están estructurados por pares de opuestos relacionados lógicamente. Fuente del: informador.com.mx. Descanse en paz.


martes, 3 de noviembre de 2009

Hombre y Sujeto ($) en la Filosofía del Límite.



El presente artículo publicado, es sin duda uno de los mejores que he tenido la oportunidad de leer en lo referente a la importancia que tienen los conceptos de Hombre y Sujeto y su relación con la Filosofía. Dicho artículo fue realizado por el psicoanalista y profesor de la Universidad de Londres e Iberoamericana Dr. Héctor Escobar. Éste escrito se encuentra publicado también en dos fuentes: la primera en el blog: 'Bitácora Psicoanalítca' del mismo autor y la segunda en la revista: 'Cartapsi' del Dr. Julio Ortega.

Resumen: Se plantea brevemente la relación Hombre-Sujeto($)y su importancia en la filosofía contemporánea. Se plantea el concepto “Filosofía del límite” y su sentido epistémico como diferenciador de los proyectos moderno y postantropológico.

Abstract: This paper offers a study of the relationship between the concepts of Man and Subject ($) and its importance to contemporary philosophy. We propose the term “Philosophy of the limit” in an episthemic sense as a difference between modern and postanthropologycal projects.

Palabras clave: Modernidad, Hombre, Sujeto ($), Episteme, Deseo

Keywords: Modernity, Man, Subject ($), Epistheme, Desire.

En el presente trabajo tratamos de presentar una lectura de la problemática en la relación conceptual Hombre/Sujeto ($) tomando como eje los trabajos de Freud, Foucault y Lacan, a la vez que mostrar los ejes que proponemos como articuladores de la importancia del concepto Sujeto ($) para la filosofía contemporánea y evidentemente el psicoanálisis.

En 1966, Foucault habría de proponer su controvertida tesis respecto de la aparición del hombre como problemática al interior del pensamiento occidental, entendiendo esta aparición como producto de lo que llamará el acomodamiento del espacio de los saberes, mismo que daría origen a lo que llama “episteme moderna”. No nos corresponde aquí desarrollar una amplia explicación del derrotero foucaultiano, mas sí señalar uno de los argumentos finales que Foucault nos propone en dicho texto: el posible desvanecimiento del hombre
-es decir del problema antropológico- como eje del pensamiento moderno merced a un desplazamiento por venir en el terreno de los saberes.

Siguiendo una línea de desarrollo sustentada en parte por la obra de Foucault, emprendimos en otra parte un intento de análisis arqueológico de la forma en que en Occidente se fueron construyendo los discursos de la psicología desde el pensamiento antiguo a nuestros días. A partir de este análisis propusimos y desarrollamos la discontinuidad que en términos epistémicos se da entre los discursos de la psicología y del psicoanálisis y que, como efecto de esta discontinuidad, era preciso plantear que ese movimiento epistémico que Foucault proponía en 1966, ya había ocurrido, y que como consecuencia de ello, estamos en un momento epistémico que sería distinto de la modernidad (definida en tanto referencia al Hombre como eje del pensamiento occidental).
Tentativamente he denominado “postantropológico” a este momento de nuestra arqueología, la condición de nuestro presente. Así propongo al lector, que eso que muchos llaman “la posmodernidad”, sea leído en el sentido de este agotamiento de la noción de Hombre como eje del pensamiento occidental, y en la aparición de un nuevo eje para nuestro pensamiento: el problema del Sujeto ($), entendido este último en la perspectiva introducida por Jacques Lacan a partir de la obra de Freud.

Hombre y Sujeto
Para Foucault, la aparición del Hombre como eje del pensamiento es el resultado de un movimiento en el pensamiento occidental que podría fin a lo que llama “episteme clásica” organizada en torno al problema de la representación. Cuando Kant nos propone que el problema filosófico es el problema del conocimiento, produce al hombre como un duplicado empírico-trascendental; a la vez sujeto y objeto del conocimiento, movimiento que se encuentra en el origen de la problemática de las ciencias humanas. Así, la episteme moderna ha de permitir la aparición de los tres campos de empiricidad desde los cuales Foucault construye su análisis: Vida, Trabajo y Lenguaje.

En nuestro trabajo, intentamos mostrar que la construcción de la moderna problemática del hombre a partir de los discursos que podemos llamar psicológicos, puede recorrer, sino el mismo, un camino análogo, al propuesto por Foucault en su análisis.

Así propusimos que, a partir de Descartes, el problema de la representación (Vorstellung) aparece haciendo referencia a una conciencia (toda representación lo es siempre, para una conciencia que la organiza). Este es un punto fundamental y eje del sujeto cartesiano, la derivación del ser a partir de su pensamiento, que permite hacer idéntico a uno respecto del otro: “pienso luego existo”. De ello concluimos que toda psicología de la época clásica es, esencialmente, una psicología organizada en torno de los problemas de la percepción y de la sensación, mismos que presentan el mundo para la conciencia. La imagen del hombre máquina de La Mettrie ilustra de modo general el eje de este pensamiento. La condición general de ello es que el cuerpo humano es una máquina que funciona de modo idéntico en todos los hombres.

Sin embargo, al plantear la otra dimensión señalada por Kant, el hombre como objeto del conocimiento, esta concepción se ve trastocada al hacerse evidente el problema de las diferencias individuales. Es en Gall, que la problemática de las diferencias y aquello que la moderna psicología llamará el problema de la personalidad se construye por vez primera, dando origen a los modernos discursos psicológicos y conformando a la psicología como una ciencia del hombre .

Pero, si el problema del Hombre aparece como eje del pensamiento moderno, es preciso que interroguemos a este pensamiento por la forma en que define al hombre. Esta interrogación nos responde:

a) El Hombre es una conciencia, un ser que deriva su existencia de su pensamiento (Descartes).
b) El Hombre es un ser que guía, o podría guiar, sus actos y su pensamiento a partir de la razón. El tribunal de la razón opera como medida última de toda referencia humana (Kant).
c) Como efecto de esta doble condición, el Hombre resulta dueño de sus actos y estos son efecto de su Voluntad.

Anna

Sin embargo, a partir de la Histeria es que se presenta para Occidente la figura paradójica de un ser cuya presencia encarna –nunca mejor dicho- el cuestionamiento de esta identidad del hombre respecto de su conciencia, el sujeto cartesiano. En las histéricas Freud nos deja ver un ser cuya conciencia se ve rebasada por el deseo que le habita y del cual Yo nada sabe. El cuerpo de la histérica no responde a su voluntad. Freud nos muestra así el descentramiento del Ser respecto de su conciencia. Conceptualización que –proponemos- alcanza su pleno desarrollo en el concepto lacaniano del Sujeto del Inconciente ($).

Desde este punto de vista, el Sujeto ($) aparece como aquello que ejerce un efecto de límite respecto del pensamiento moderno y la figura del hombre, un límite en el sentido de un agotamiento, de la no posibilidad de pensar algo distinto a partir del Hombre. En la siguiente figura hacemos un breve esquema de este planteamiento.

HOMBRE
 Conciencia
 Razón
 Voluntad
Autorreferencialidad

SUJETO ($)
 Inconciente
 Pasión
 Deseo
Heterorreferencialidad

Así, respecto de la conciencia, eje del sujeto cartesiano, la noción del sujeto del Inconciente ($) viene a mostrar el límite, un más allá de la conciencia, una forma de la existencia que rebasa las condiciones de ésta, pero en la cual el ser reconoce su verdad, el campo abierto del deseo y su constitución.

Del mismo modo, el descubrimiento freudiano de la alogicidad y atemporalidad de los procesos primarios nos muestran los límites de la razón, un campo que le es irreductible. E igualmente, como causa y efecto de estos dos elementos tenemos la problemática del Deseo, en su imposibilidad de ser reducida al campo de la voluntad y la necesidad. Deseo que apunta a la falta como constitutiva del campo del sujeto ($).

Alteridad y subjetividad
Es sobre estas líneas: Inconciente, Pasión y Deseo que postulamos lo que llamamos “filosofía del límite”. Es ese espacio del pensamiento que nos es contemporáneo y que aparece determinado por la reflexión en torno del Sujeto del Inconciente ($) y los efectos a los que da lugar; la apertura a una serie de posibilidades en la construcción de saberes, no definidos ya como positividades, sino como aquello que aparece en el límite mismo de la positividad, lo que hemos definido como “lo impensable”. Muerte, Deseo y Lalengua . Muerte como límite último de la Vida, Deseo como el punto en que la Necesidad se agota, y Lalengua como agotamiento de las posibilidades de una analítica del lenguaje y apertura a las posibilidades de lo lenguajero, campo de lo que Lacan llamara Linguistería.

Todos los elementos que definen y constituyen a la subjetividad en este planteamiento posantropológico se dan en la relación del Ser con un doble nivel de la alteridad, uno primero propio del orden simbólico; una alteridad que constituye el campo del Deseo y su correlato que es el Sujeto ($). Pero el Deseo solo existe como tal en tanto efecto de lo alteridad (Otro-otro). De ello que en contraste con la problemática del Hombre, que no requiere de lo otro para sostenerse (la conciencia solo es transparente para sí misma), el problema del sujeto ($) implica forzosamente la referencia a la otredad (heterorreferencialidad). Pero además de este nivel de la alteridad, se abre el espacio para un nivel de lo radicalmente otro, una alteridad absoluta límite ultimo del ser.

Bibliografía
Escobar, H. Sujeto y psicoanálisis, CEUL, México 1999.
Foucault, M. Las palabras y las cosas, Siglo XXI, México, 1984
Foucault, M. La arqueología del saber. Siglo XXI, México, 1986
Lacan, J. Escritos I, Siglo XXI, México, 1986.

lunes, 2 de noviembre de 2009