miércoles, 21 de diciembre de 2011

Breve Crítica al Enfoque Pedagógico Contemporáneo de Orientación Neo-Marxista.



Un poco de educación para el mes de diciembre... 

Partiendo de la premisa neo-marxista la cual contribuye a la realización de un enfoque totalmente idealizado del humanismo y cuyo enfoque rompe las ataduras de las autoridades e incluso del capitalismo global; nos es preciso comentar que aún falta mucho camino por recorrer sobre todo en dicha dirección. Si bien esta orientación pedagógica nos ha dejado un legado introductorio en los cambios educativos; no dejan de ser faltos de una excelente ramificación en la pedagogía contemporánea; es decir, que dicha teorización no alcanzó los estándares educativos y sociales que llevaran al individuo a auto-realizarse como seres razonables cuyas capacidades físicas y mentales son sus herramientas principales en lo tocante a una crítica-razón —más allá de lo que se puede plantear como educación universal—. Es por ello que requerimos de una fundamentación que no sea sólo teórica sino también práctica emprendiendo de una forma mucho más completa los niveles educativos partiendo de una educación multidisciplinaria que se pueda basar en competencias para que éstas a su vez le ayuden al individuo a adaptarse a su medio ambiente requerido. Con la palabra competencia no me refiero a ser competitivos entre los alumnos; como por ejemplo: una competencia de carreras en la que varios participantes se debaten en un trabajo físico para con ello obtener una presea metálica que le diga que es el mejor en comparación de sus adversarios; sino que la competencia debe estar presente para que el sujeto sea competente o capaz de realizar cualquier tarea que le ayude a vivir de la mejor manera. Creo que esta propuesta se limitó a una cuestión netamente política-sociológica y dejó de lado todas aquellas capacidades que la persona pudiera obtener de su mismo autoconocimiento. Si bien promueve una axiología en la gente; y que sin duda es un aspecto muy importante para el educación de hoy; no nos deja muy en claro cómo llevarlo a la práctica en un contexto cultural actual con todos los retos que se viven en el día a día. Todos los actores de la educación han apostado siempre por el bienestar intelectual del educando aunque con ello se tenga que sacrificar muchas veces la prosperidad emocional. Afortunadamente esto está cambiando ya que se ha observado que el afecto va muy relacionado con el aprendizaje. Por tanto, debemos apostarle a la educación a partir de aspectos donde la emoción sea parte también de la razón y se complementen en porcentajes iguales. Para terminar quisiera que quedara muy en claro que la educación no es un trampolín político, ni exclusivo de una perspectiva de izquierda como lo trabajó Marx en su momento ni de una perspectiva de derecha; la educación en toda la extensión de la palabra incluyendo a sus actores son parte de una formación cultural para un bienestar tanto individual como social; ya que es a partir de ella donde las sociedades dejan ver su grandeza o su pequeñez como país en tanto competentes de una mejor cultura con respecto a las otras. 

Imagen: elecodelospasos.net

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