lunes, 1 de febrero de 2010

La Suerte de Thierry Henry por Jacques-Alain Miller.

Con motivo de que en algunos meses será el evento deportivo de soccer más importante a nivel mundial, recordarán que la selección francesa ayudada por la mano de Thierry Henry logró adentrarse a la ansiada competencia en el continente africano; por tal motivo posteo este artículo que publicó Jacques-Alain Miller, espero les agrade.
PARIS. SI la mano de Thierry Henry devino "el asunto de todos", según el título de un diario, es porque los conceptos fundamentales de todo pensamiento, aquellos que impregnan y organizan la vida cotidiana de cada uno, están aquí, concretamente, en juego: la justicia, el destino, Dios, el azar, la relación con la ley, la relación con el otro, la verdad, la veracidad y, por último, la gloria del nombre propio, tan cara al héroe homérico. Es lo que se dirá de Aquiles por los siglos de los siglos: que prefiere su reputación antes que cualquier cosa. Su gloria, su kleos, es lo que tiene de más precioso. La etimología probable de esta palabra griega remite a lo que pasa por la oreja, a lo que se escucha, y esto hace que un psicoanalista tenga algo que decir sobre ello. ¿Thierry Henry mancilló para siempre su kleos y, accesoriamente, el de su pueblo? Todos tienen una opinión. El episodio no es sólo un asunto de juego: es un psicodrama nacional e internacional, y es un drama filosófico. Va en el sentido de la existencia de hoy, de lo que cosquillea a cada quien en el punto exquisito de su fantasma. Cuando, en el Mundial de 1986, Maradona marcó con la mano contra Inglaterra sin que el árbitro interviniera, en la Argentina hubo una explosión de alegría. El gol robado vengaba la guerra de las Malvinas. Que el árbitro hubiera mirado para otro lado era el signo de que Dios había pasado del lado argentino. Lo deportivo supo traducir magníficamente el sentimiento de orgullo sentido entonces por una nación unánime, hablando de "la mano de Dios". Era un verdadero tedeum. Hay un contraste sobrecogedor con la tonalidad depresiva de la reacción de los franceses por la mano de Thierry Henry. Está claro que los franceses renegaron del privilegio del pueblo elegido que les confería el antiguo adagio gesta Dei per francos (‘la obra divina es realizada por los francos’). Ya no creen más que en las reglas: las mismas para todos. Se han vuelto los devotos de estas formalidades prescriptas en las que abreva su administración. Por esta causa, lo que fue un milagro y un guiño divino...


Para terminar de leer el artículo completo haz click en el siguiente enlace: http://www.elp-debates.com/prensa/La_suerte_de_Thierry_JAM.pdf
Imagen de: paidos.com
Fuente de: elp

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