En este ámbito el inconsciente está considerado desde un punto de vista descriptivo y desde un pundo de vista tópico. En el uso descriptivo, "inconsciente" es un adjetivo que se refiere a todos esos contenidos psíquicos que no aparecen en el horizonte actual de la conciencia, mientras en el uso tópico "inconsiente"es un lugar del aparato psíquico en el que se encuentran todos esos contenidos a los que, mediante la represión, se le negó el acceso al sistema consciente. Esta definición se refiere a la primera tópica que elaboró Freud, donde el inconsciente es concebido como un sistema, denominado Icc, cuyos contenidos están representados por las pulsiones y regulados por los mecanismos específicos del proceso primario, en especial por la condensación y por el desplazamiento. Cargados de energía pulsional o libido, dichos contenidos tratan de entrar al sistema preconsciente-consciente (denominado Prcc), pero lo logran sólo mediante formaciones de compromiso después de ser sometidos a las deformaciones de la censura. En cuanto a su naturaleza, Freud considera que se refieren a los deseos de la infancia que sufrieron una fijación en el inconsciente. Al respecto escribe Freud: "El núcleo del Icc consiste en agencias representantes de pulsión que quieren descargar su investidura; por tanto, en mociones de deseo. [...] Dentro de este sistema no existe negación, no existe duda ni grado alguno de certeza. Todo esto es introducido sólo por el trabajo de la censura entre Icc y Prcc. [...] Por el proceso de desplazamiento, una representación puede entregar a otra todo el monto de su investidura; y por el de la condensación, puede tomar sobre sí la investidura íntegra de muchas otras. He propuesto ver estos dos procesos como indicios del llamado proceso psíquico primario. Dentro del sistema Prcc rige el proceso secundario; [...] Los procesos del sistema Icc son atemporales, es decir, no están ordenados con arreglo al tiempo, no se modifican por el trascurso de este ni, en general, tienen relación alguna con él. También la relación con el tiempo se sigue del trabajo del sistema Cc. Tampoco conocen un miramiento por la ralidad. Están sometidos al principio de placer; su destino sólo depende de la fuerza que poseen y de que cumplan los requisitos de la regulación de placer-displacer. Resumanos: ausencia de contradicción, proceso primario (movilidad de las investiduras), carácter atemporal y sustitución de la realidad exterior por la psíquica, he ahí los rasgos cuya presencia estamos autorizados a esperar en procesos pertenecientes al sistema Icc. Los procesos inconscientes sólo se vuelven cognoscibles para nosotros bajo las condiciones del soñar y de la neurosis. [...] En sí y por sí ellos no son cognoscibles".
En la segunda formulación del aparato psíquico el término "inconsciente" ya no se utiliza como sustantivo sino como adjetivo, porque ya o se refiere a un sistema diferenciado, como en la primera tópica, sino a una cualidad que caracteriza, además del ello, también parte del yo y del superyó. Aclarando esto, aún es posible decir que los caracteres que se le reconocen al inconsciente en la primera tópica, son atribuidos, en la segunda, al ello.
Bibliografía: Diccionario de Psicología; Umberto Galimberti; Siglo XXI.
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