lunes, 23 de noviembre de 2009

Perversión ¿Síntoma o Estructura? Escrito por el Psicoanalista Chileno Hector Escobar.

El acercamiento psicoanalítico a la teoría de las perversioes, su instento de construir una teoría ha sido sin duda problemática. En este pequeño ensayo trataré de proponer un modelo para su acceso que permita abordar su conceptualización, tanto clínica como teóricamente. Tomando como eje la obra de Freud, me parece necesario distinguir básicamente tres momentos en su construcción teórica:
a) El primero de ellos aparece integrado por los primeros trabajos de Freud, y en gran medida por la correspondencia con Wilhem Fliess. Insertada en medio de la teoría del trauma, en donde la perversión se piensa como el “negativo de la neurosis”; b) El segundo momento corresponde a una paulatina dilución de la perversión en el campo de la neurosis, línea que tiene como su base el segundo de los tres ensayos (1905) , y que a nuestro modo de ver ha constituido la lectura dominante en la generalidad del psicoanálisis; c) Un tercer momento, organizado a partir de los textos sobre el fetichismo (1927) y La escisión del yo en el proceso defensivo (1937) , que proponemos llamar “estructural”. Como ya señalamos, en el primero de estos momentos la perversión aparece constituida como “el negativo de la neurosis” afirmación un tanto problemática y que requiere del análisis de la forma en que esta definición se produce en la obra de Freud. En un primer sentido , este “negativo” puede entenderse como parte de un orden temporal, así lo propone en la famosa carta 52 a Fliess . Cuando Freud supone al trauma como si fuese una vivencia objetiva, consistente por lo general en un abuso sexual (la llamada “teoría de la seducción”). Esta conceptualización requiere como hipótesis complementaria, la existencia del “abusador” en la generación anterior a la del abusado. Se conforma así un ciclo generacional: abusador (perverso) – abusado (neurótico). El neurótico, como efecto de sus perturbaciones sexuales (una sexualidad infantilizada ), producirá una generación perversa, la que a su vez generará otra generación neurótica. Así por ejemplo, Freud entiende a la histeria no como una sexualidad desautorizada, sino como una perversión desautorizada. En el mismo texto, párrafos antes, Freud ha propuesto un esquema de la constitución temporal de las neurosis (que devendrá posteriormente en el modelo de las fases de la organización sexual); en éste la perversión es entendida como el efecto de una seducción ocurrida cuando el aparato psíquico ya está constituido, o también en el caso de que no ocurra defensa alguna -si hubiese defensa no se trataría de una perversión sino una psiconeurosis. La introducción del complejo de Edipo a partir de 1897, tiene sus efectos en esta teorización, pues con el abandono de la teoría del trauma, el seductor, si bien puede estar presente, ya no es necesario que esto sea así. En Dora (1900), la negatividad de la perversión respecto de la neurosis, se sigue de lo trabajado en la carta 52 y ésta habrá de ser la línea dominante en la teorización: el neurótico manifiesta en forma distorsionada, es decir en síntomas, aquello que el perverso manifestaría en sus acciones:
“Pero el psicoanálisis enseña todavía algo más. Muestra que los síntomas en modo alguno nacen únicamente a expensas de la pulsión sexual llamada normal (no, al menos, de manera exclusiva o predominante), sino que constituyen la expresión convertida {konvertiert} de pulsiones que se designarían perversas (en el sentido más lato) si pudieran exteriorizarse directamente...
Sin duda un buen artículo para leer sobre el tema de las perversiones. Lo que falta del texto lo podrán consultar en el Blog del Autor llamado: Bitácora Psicoanalítica.

3 comentarios:

ASTRID HELENA ARRUBLA dijo...

LE FALTA MUCHO, ESPERO LA CONTINUACION, ESTA MUY INTERESANTE ESA LECTURA QUE HACES DE FREUD. HELENA ARRUBLA.

Anónimo dijo...

A mi tu artículo me trae algo que según dicen algunos "entendidos" que dijo Lacan
"el incesto" (¿eso es lo que importa verdad?- digo pensando en la custión de la cultura) sería allí cuando algo rompe la cadena generacional.
Palabras mas palabras menos es mi modo de entender "todo" este infernal asunto.
D.A

Anónimo dijo...

claro que los "entendidos" ayudaron, en mi caso, a poner palabra-s a lo que "trabajosamente" ya estaba hecho.
D.A

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